Los últimos cambios en el Gobierno han producido la pérdida o mejor dicho la retirada del último "barón socialista" que quedaba en un Gobierno autonómico, lo que supone un cambio de rumbo en el PSOE, un cambio de nuevas caras, nuevos proyectos, nuevas ilusiones. Se pasa a un debate más calmado, más moderado y con visiones distintas a las de sus predecesores. Esto no quiere decir, ni mucho ni menos, que los barones supusieron cosas negativas, al contrario, qué sería de nosotros sin Ibarra, Chavez y Bono.
Pero esta nueva etapa, que se venía ya perfilandose desde la llegada de Zapatero a la Secretaría General, viene marcada por un talante diferente y nuevas formas de hacer política, y con ideas nuevas. Cambios, que ha mi juicio son buenos, y que esperemos que vengan cargados de muchas victorias, como en Extremadura.
saludos¡¡¡